“En el Beni ya se instruyó el desalojo de las viviendas de las partes bajas de la ciudad de Riberalta, por la crecida de los ríos Madre de Dios y Beni.”

Sube el número de familias damnificadas por las lluvias. Según el viceministro de Defensa Civil, Hernán Tuco, esa cantidad se elevó de 2.200 a 2.900.

Los damnificados se encuentran en tres departamentos: Cochabamba con 2.200, Tarija con 675 y Chuquisaca con 25, según las cifras oficiales.

En Cochabamba, las familias afectadas se encuentran en los municipios de Chimoré, Puerto Villarroel y Villa Tunari.

En ese departamento también continúan desaparecidas dos personas (padre e hijo) que el jueves pudieron haber sido arrastradas por un río en Ivirgarzama en la región del Chapare. El director de Emergencias de Defensa Civil, el general Rafael Uría, informó que hasta ayer los cuerpos no habían sido encontrados.

Con esas dos personas, el número de víctimas por la temporada de lluvias sube a cinco, más las tres primeras (dos mujeres y una niña) que perecieron en el departamento de Potosí.

Según el reporte de la Administradora Boliviana de Carreteras (ABC), todas las vías principales del país están transitables con precaución debido a las intensas precipitaciones. El único tramo cortado por las lluvias es el Nuevo Porvenir-Cosapa, en el departamento de Oruro.

El Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi) alertó de que en este mes serán más intensas las precipitaciones pluviales, principalmente en el norte de La Paz, la zona central de Santa Cruz y Cochabamba y Pando y Beni.

Debido a este pronóstico, el Senamhi advirtió que los ríos de cinco departamentos pueden desbordarse, pues sus aguas se elevan constantemente con la carga que reciben desde el altiplano: corren ese riesgo los afluentes Beni, Madre de Dios, Orthon, Ichilo, Ibare y Mamoré. El organismo de control pidió que las prefecturas donde se encuentran esos ríos tomen sus previsiones.

En el Beni ya se instruyó el desalojo de las viviendas de las partes bajas de la ciudad de Riberalta, por la crecida de los ríos Madre de Dios y Beni.

Respecto de los desaparecidos en la región del Chapare, Uría dijo que los equipos de rescate los buscan desde hace tres días. Explicó que en esa ocasión, padre e hijo cayeron de un bote al agua. Añadió que mientras no se hallen sus cuerpos seguirán como desaparecidos, aunque con alta probabilidad de que hayan perecido.

El Chapare ha sido la zona más golpeada por el desborde de los ríos y allí los municipios han declarado estado de alerta roja, mientras que en el resto de Bolivia continúa la alerta naranja en los nueve departamentos.

“Estamos preparando una serie de acciones para socorrer a las zonas más afectadas; hasta el miércoles llegarán a los distintos lugares víveres y herramientas”, explicó Uría, quien añadió que ya se perdió “mucha” producción agrícola que aún no fue cuantificada.

Defensa Civil alista 6,6 millones de bolivianos para la emergencia.

La Av. Florida vuelve a hundirse

La avenida Florida, que une la zona Sur con Mallasa, volvió a hundirse pese a los trabajos de la Alcaldía. “Es un problema frecuente”, explicó el director de Cuencas de la Alcaldía, Vladimir Toro. “Esta parte que conecta con Mallasa y está enfrente del barrio Amor de Dios suele sufrir de erosiones porque es una suerte de embudo del río La Paz”.

La vía se hundió la semana pasada y la Alcaldía repuso el paso vehicular, pero ayer volvió a hundirse y el tráfico nuevamente usa un solo carril.

Toro informó además de un desmoronamiento en San Isidro (a la altura de Alto Obrajes) pero que no ocasionó daños en viviendas ni en personas.

La semana pasada, las zonas más afectadas por las lluvias fueron Achumani, con el desborde del río Jilusaya, y Ovejuyo, con el rebalse de los ríos Lauca II, III y IV. En el primer caso, la Alcaldía informó que una vivienda fue anegada, y ninguna en el segundo. Sin embargo, La Prensa corroboró que en la última zona unas 30 viviendas fueron dañadas por un alud de barro y arena que dejó intransitable la avenida Río Lauca.

La Alcaldía dispuso de 500 obreros para limpiar el barro dejado por el desborde del afluente Jilusaya, que anegó las calles hasta la 8 de Calacoto, donde incluso el Retén Policial sufrió el embate de la crecida del río. El puente de la calle 8 de Achumani sufrió el desplazamiento de su plataforma.

Los números

Ríos Chapare, 24 e Ichilo se desbordaron tres días en Cochabamba y dejaron 1.050 damnificados.

Oruro cerró diciembre con 237 por ciento de exceso de lluvias. El normal es 54,7 milímetros y registró 184,1.

Cobija (Pando) cerró con cerca de 300 por ciento de exceso: pasó de 257,3 mm a 760,4 mm.

120.000 familias es el número de damnificados de 2009 por sequía, granizada, lluvias e inundaciones.

Las autoridades nacionales anuncian el envío de vituallas para el miércoles de la siguiente semana.

Fuente: http://www.laprensa.com.bo/noticias/03-01-10/noticias.php?nota=03_01_10_socd2.php