Inicio > Archivos, Autor con colección, Edwin Pérez > Mujer, Madre, Migrante – Edwin Pérez Uberhuaga / Editorial de mayo de la revista AQUÍ LATINOS – 24.5.2010

Mujer, Madre, Migrante – Edwin Pérez Uberhuaga / Editorial de mayo de la revista AQUÍ LATINOS – 24.5.2010

Lunes, 24 de Mayo de 2010

mujer-inmigrante

No es una exageración decir que la migración de hoy tiene rostro de mujer.

Más del cincuenta  por ciento de los que salieron de nuestros países son mujeres y más de la mitad, las que se quedan en Europa y Estados Unidos. En estos tiempos de crisis, son las del supuesto “sexo débil” las que asumen el reto de sacar adelante a sus familias. Mientras tanto, los hombres retornan o tienen que asumir, con gusto o con vergüenza, su nuevo papel de “amos de casa”, ya que ahora son ellas las que van a trabajar y traen el pan al hogar.

En más de veinte años de caminatas por el mundo, he visto a adolescentes, mujeres y ancianas trabajar incansablemente con una energía que sólo puede alimentarse por el amor a sus seres queridos. Sin querer clasificarlas, las menciono:

Está la que sufre por la separación con sus hijos, a quienes ha dejado pequeños y que ahora siente con la voz de adolescentes o los ve a través del internet con un cuerpo desarrollado. Por la diferencia de horario a veces no puede dormir en la madrugada, esperando su retorno a la medianoche al hogar a miles de kilómetros de distancia.

La que a pesar del tiempo ha conservado la fidelidad a su esposo, aún sabiendo que al retornar no faltará alguien que deslice rumores sobre su comportamiento.

La que por amor o necesidad se ha convertido en madre en Europa, con el fin de obtener permisos de Residencia.

La que ha formado un matrimonio intercultural y tiene hijos de color mixto, a quienes trata de inculcar nuestros valores latinos de solidaridad, apego a la familia, fe y búsqueda de justicia.

La que fue engañada o se ilusionó, pero que ha tenido que paralizar su gestación.

La que fue empujada a las redes de prostitución y se ve obligada a dejar los valores con los que fue educada.

La que, sin ser madre, al estar en Europa ha asumido la responsabilidad de innumerables hermanos, que cada mes esperan las remesas. Hay hijas jóvenes que a su vez se han convertido en madres y protectoras de sus propios padres.

La emprendedora que instala su negocio, lo hace crecer, vive de ello y ofrece trabajo asumiendo la doble responsabilidad  fuera y dentro de casa.

En fin, al ver los ojos de una madre en Europa no sólo se ve su situación actual, sino la que atraviesan sus seres queridos en la distancia.

Los reportes médicos en Latinoamérica, señalan la existencia de mujeres migrantes que retornan por un tiempo o para siempre, con graves lesiones en la espalda, rodillas y brazos o han contraído alergias por el uso de productos químicos. Pocos hablan de las penas del alma cuando, por amor a sus hijos, tuvieron que cumplir funciones para las que no estudiaron en la escuela o universidad.

En nuestros países, están nuestras madres, que por la crisis han visto partir a sus hijos, a veces con diversos destinos y quienes no pueden tramitar su complicado retorno o porque ellas no pueden acceder a la reagrupación familiar.

Por todo eso, no hay palabras suficientes para valorar y agradecer el esfuerzo de las mujeres.

Ellas se han convertido con todo derecho en las Heroínas del siglo XXI. Un saludo respetuoso para las madres, nuestras madres. (www.aquilatinos.info)

Enviado por el autor Edwin Perez [uberedwin@gmail.com]

  1. Comentar yet.
  1. Sin trackbacks aún.