Una ordenanza municipal  faculta  al  alcalde  a  reprogramar  los recursos  destinados   a la atención de la emergencia y  gestionar  la  cooperación de  las autoridades departamentales y nacionales, así como la  realización de  trabajos urgentes   destinados  a  evitar  la contaminación en los sectores afectados.

Una fuerte lluvia de más  de 12  horas seguidas, entre el sábado y el domingo,  con unos 92 litros por metro cuadrado, según AASANA, rebasó todos  los drenajes  en las zonas  aledañas  a la ribera del río Beni, además  de causar  anegamientos  en  6 barrios interiores  donde  las  casas se colmaron de agua y lodo, al igual que las norias  de donde   las  familias  se proveen  de agua natural.

En los  feriados de  carnaval   las autoridades  no se dieron tregua para desaguar los predios,  prevenir las posibles epidemias, atender   a los niños   y  llevar  agua potable  de forma constante.

De inmediato  se  habilitó un albergue  para  que   vivan  las familias  damnificadas, a quienes  se  entregó alimentos y vituallas, señaló  el alcalde Mauro  Cambero.

Las  autoridades  aguardan  que las lluvias  cesen  en la región y que la riada no llegue con fuerza  a Riberalta, tomando en cuenta que sólo restan unos  40 centímetros para que  el río Beni rebalse su caudal, indicaron.