La Paz. - En un insólito enfrentamiento, los pueblos indígenas de Bolivia dijeron el viernes que marcharán por selvas y montañas para exigir al presidente Evo Morales que frene, en provecho del medio ambiente, algunos de sus más importantes megaproyectos.

El anuncio de la caminata de más de 1.000 kilómetros entre el norte amazónico y la andina La Paz, que arrancaría el 20 de mayo, sobrevino al día siguiente de que Morales, líder indígena de los cocaleros, diera por superados definitivamente un conflicto salarial nacional y una violenta protesta regional, informó Reuters.
La marcha cuestionaría al muy aplaudido discurso ecologista e indigenista del mandatario, quien lideró la semana pasada una delegación mundial de movimientos sociales que presentó en Naciones Unidas las conclusiones de una conferencia alternativa sobre el calentamiento global realizada en Bolivia.

“Se ha involucrado y envuelto en su buena fe a comunarios indígenas para la aprobación mal intencionada de megaproyectos que vulneran los derechos legalmente constituidos de los pueblos indígenas”, dijo un comunicado de dos centrales indígenas que llamaron a la movilización.

El documento denunció particularmente una agresiva exploración petrolera emprendida en el norte del departamento de La Paz por una sociedad de las petroleras estatales YPFB de Bolivia y PDVSA de Venezuela y una ruta recién contratada para conectar al departamento amazónico de Beni con el altiplano.

Ambos proyectos, que implican inversiones de más de 1.000 millones de dólares, afectan a territorios indígenas donde, según denunció Morales, habría una fuerte influencia de organizaciones no gubernamentales.

Los indígenas rechazan también dos grandes proyectos hidroeléctricos en la cuenca amazónica, Cachuela Esperanza y El Bala, que con una potencia acumulada de unos 5.000 megavatios podrían convertir a Bolivia en exportador de electricidad.

“Señor Evo Morales (…), no se escude usted diciendo que esto lo hacemos para oponernos a usted, esto es el reflejo de la profunda indignación porque aquí se están vulnerando los derechos de los pueblos indígenas”, dijo el comunicado.

El gobernante encargó el viernes a cinco ministros que dialoguen de inmediato con una de las organizaciones rebeldes, la Central Indígena del Oriente Boliviano (CIDOB), en procura de evitar la protesta que arrancaría el 20 de mayo en la ciudad norteña de Riberalta.

El ministro de Autonomías, Carlos Romero, uno de los comisionados, dijo a reporteros que el Gobierno confiaba en lograr un acuerdo “no sólo coyuntural sino de largo alcance, de reafirmación de la identidad estratégica con los pueblos indígenas”.

Como abanderado de los pueblos indígenas, Morales puso en vigencia a principios del 2009 una nueva Constitución que dio amplio acceso al poder a los pueblos indígenas mayoritarios del país, aymaras y quechuas, y reconoció autonomía y territorios para 36 pueblos originarios minoritarios, agrupados en la CIDOB.

La autonomía consolidó el derecho de los pueblos indígenas a ser consultados, y eventualmente compensados, por proyectos de cualquier tipo que afecten a su territorio, lo que desató en los últimos meses una cadena de protestas contra ambiciosos planes petroleros, viales e hidroeléctricos del mandatario socialista.

Morales, quien inició en enero un segundo mandato, ha prometido megaproyectos como parte de una acelerada industrialización de la empobrecida Bolivia, cuya primera fase fue la nacionalización de industrias básicas como los hidrocarburos, parte de la minería y la generación eléctrica.

http://internacional.eluniversal.com/2010/05/14/int_ava_indigenas-bolivianos_14A3882023.shtml

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