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Oferta de cirugías atrae a brasileños en frontera – ElDeber – 23.7.2012

Lunes, 23 de Julio de 2012

Guayaramerín es el epicentro donde 500 extranjeros llegan por día para intervenciones que les sale 70% más baratas que en su tierra. Cada uno invierte por lo menos $us 1.000

Visita. A medida que Bolivia se acerca, la esperanza florece en muchos pacientes. Las citas con los médicos están aseguradas porque los guías hicieron bien su trabajo

Roberto Navia. Guayaramerín


La catraya se abre paso en el Mamoré envuelta en la brisa espesa de las 7:00. El ronquido del motor rompe las olas y Alicia Mezquita mira a Bolivia con ojos de esperanza. Si todo sale bien, en los próximos tres días ella volverá a ver con su ojo derecho que hoy tiene un velo plomo de catarata, recuperará los cuatro dientes que le devoraron las caries y se entregará a un cirujano para que le saque la vesícula que según le han dicho está llena de piedras.

A su lado está Divino Estoradi, uno de los que ‘reclutan’ a personas enfermas para llevarlas a un lugar donde la atención en salud se la ofrece en ‘combo’ y a precio de regalo.

Brasil es el lugar de donde él junta a 40 o 50 hombres y mujeres, y el destino, aunque cueste creerlo, es Guyaramerín, la única frontera boliviana donde el tren de la economía es movido por las caravanas que llegan todos los días en busca de médicos que disfrutan un silencioso boom de pacientes que no se había visto jamás.

El fenómeno empezó así: hace un año y medio, los médicos cubanos traídos por el Gobierno de Evo Morales empezaron a quedarse sin pacientes nacionales porque ya habían atendido a casi todas las personas con problemas oculares de la Amazonia. Entonces, los brasileños, enterados de ello, cruzaron el río Mamoré, empezaron a ser operados gratuitamente y la noticia corrió como regadero de pólvora.

Pero los que se beneficiaban con una cirugía de la vista se daban cuenta de que en Guayaramerín también se podían someter a otras ramas de la medicina privada porque el tipo de cambio ( 3 por 1 actualmente) y en comparación con los precios en Brasil, les terminaba resultando hasta 70% menos, una verdadera ganga.

Para un extranjero moverse enfermo de un lado a otro en un pueblo que no conoce y con una billetera con billetes que valen tres veces más que la moneda nacional, no dejaba de ser un problema. Enterados de ese despertar insólito, personas brasileñas, como Divino Estoradi, armaron los famosos circuitos de turismo de la salud y lo ofrecieron desde Guajará Mirim (el pueblo fronterizo en Brasil que está al frente de Guayaramerín) hasta la mismísima metrópolis de San Pablo. El producto estrella ofertado eran los ‘tratamientos en combos’ en Bolivia y el eslogan: ahora es posible curarse por lo menos de tres dolencias en un solo viaje.

La oferta gustó tanto que cada día, según lo revela el alcalde de Guayaramerín, Alexander Guzmán, ingresan por día a Bolivia por lo menos 500 personas que desde temprano empiezan a recorrer por el hospital general (donde los esperan los médicos cubanos), por las estéticas dentales, por los consultorios de los médicos cirujanos y muchos terminan en las galerías comerciales donde se venden desde guitarras hasta televisores de plasma y desde ropa hasta cámaras fotográficas.

En todo ese tours que dura entre uno y tres días, cada brasileño gasta por lo menos $us 1.000, dice el alcalde, que también está enterado de la alta demanda de hoteles y de que las reservas se las debe hace con anticipación para encontrar una cama vacía.

El odontólogo Luis Fernando Roca, empujado por la avalancha de pacientes, ha instalado una clínica de estética dental y para capitalizarse ha convencido a los ejecutivos de una financiera que el 98% de sus pacientes son brasileños. “A los extranjeros les atraen tres cosas: Uno, cobramos entre un 50 y 70% más barato que en Brasil; dos, siempre que se pueda tratamos de terminar en una sesión las calzaduras de dientes que son cirugías menores; y tres, ofrecemos calidad en los trabajos”, dice el odontólogo y remata con una voz firme: “Qué sería de nosotros si no vinieran los brasileños”.

El agradecimiento es mutuo. Alfredo Alencar recalca: Qué sería de los brasileños sin los médicos boliviano y cubanos. Es un hombre delgado, lleva gafas y está al lado de Alicia Mezquita. Los dos forman parte de la caravana de 40 personas que este viernes lleva Divino Escoradi a Bolivia. Son las 7:00, la brisa está espesa y la catraya llegará al puerto de Guayaramerín dentro de ocho minutos. Cuando eso ocurra, todos descenderán a tierra firme, Divino irá por delante, los subirá en las motocarros, los guiará a varios hoteles y después los llevará a sus consultas médicas, estará pendiente fuera del quirófano, acudirá a las farmacias para comprarles medicamentos y mirará al cielo de vez en cuando para que todo salga bien. Por ese trabajo, un guía cobra 50 reales por persona (25 dólares), cuentan los pacientes.

Ahora Divino está en el Centro Oftalmológico Cuba Bolivia ubicado en el hospital general. Sus clientes están sentados, esperando que el oculista llame uno por uno. Alberto Figueroa es uno de ellos y será operado de catarata. Esa cirugía, en Brasil, le costaría $us 2.000, y en Bolivia le sale gratis. Después irá al dentista para someterse a implantes. En Guayaramerín pagará $us 400 y no los $us 1.000 que le costaría en San Pablo.

Luis Alberto Navarro es el director del hospital general y también es dueño de una clínica privada. Saca su billetera  y pone en evidencia que casi todos sus pacientes son brasileños. “Mire, solo tengo reales y nada de pesos bolivianos”, dice entusiasmado porque sabe que los extranjeros no regatean, que pagan tranquilamente 100 reales por una consulta porque los servicios de salud, en esta zona de Bolivia, les resulta una ganga.

Foráneos pagan tres veces más para viajar
En el puerto de Guayaranerín, los mototaxistas se juntan desde la 7:00 y estiran el cuello para percatarse si una catraya está arribando con potenciales clientes.

Los hombres del manubrio, aquí en la frontera, echan el ojo a los pasajeros brasileños porque ellos ‘valen’ tres veces más que un boliviano, porque mientras un nacional paga Bs 5, uno de Guajará Mirim paga 5 reales, que representa Bs 15.

La pelea no es fácil. Un pasajero es acosado por dos o tres mototaxistas.

Una competencia de ofertas. El más osado, el que se atreve a alzar la maleta por lo general es el que se queda con el premio mayor.

En el trayecto, el chofer le irá diciendo al pasajero del vecino país que se ofrece como su guía turístico, que lo llevará a los centros comerciales más baratos, donde hay descuentos interesantes y se comprometerá en no abandonarlo hasta que deje suelo boliviano.

En el lugar

 

- Guayaramerín está en el departamento de Beni, en la margen izquierda del río Mamoré, frente a la población brasileña de Guajará-Mirim. Se halla a una distancia de 93 km de Riberalta y a 1.115 km de Trinidad.

- Guayaramerín significa cachuela chica en el dialecto sinabo del tupí-guaraní.

- Frente a la ciudad se encuentra la isla Suárez, llamada por los brasileños ilha de Guajará-mirim que fue objeto de una disputa aún no resuelta. La zona fue delimitada por el Tratado de Ayacucho en 1867 y demarcada en 1877, estableciéndose en ella la empresa boliviana Suárez Hermanos en 1896. El 1 de abril de 1930 la legación brasileña en La Paz reclamó por lo que consideraba era una ocupación indebida. En 1937 el gobierno de Bolivia presentó un informe demostrando la mayor proximidad de la isla al lado boliviano, lo que fue rechazado por Brasil. En 1955 Brasil tuvo la intención de establecer un puesto policial en ella, pero no lo llevó a cabo.

Una casa cuesta $us 150.000
Glensi Muñoz Saucedo / Sedes Guayaramerín
Los hoteles están llenos de brasileños. No hay casi espacio. Son unos tres o cuatro días que se quedan. Los taxistas cobran en reales. Les llevan a las farmacias. También hacen el trabajo de guías turísticos.

Tanta es la demanda de dentistas que yo tuve que ir después de dos días porque no había espacio para que me atendieran.

De lunes a viernes casi todos los consultorios paran llenos.

Un efecto de todo este movimiento se ve también en el comercio y en el negocio de las viviendas.

Yo vivo en una calle central y solo quedamos tres personas oriundas porque el resto ha vendido sus viviendas. Escucho que venden en 150.000 dólares una casa.

Los restaurantes también se benefician. En Brasil un plato de comida cuesta 30 reales (Bs 90), aquí, con ese dinero comen cuatro personas.

El movimiento económico se siente en las calles, en el comercio. Guayaramerín está viviendo una época muy interesante. La medicina está en un sitial importante.

Las cirugías plásticas se hacían en el hospital público
Hubo un tiempo en que Guayaramerín era la promesa de algo: de transformar el cuerpo humano a punta de bisturí y a precios que para las brasileñas les resultaba muy módicos. El año 2011 fue cuando floreció la oferta de las cirugías plásticas en ‘combo’. Es decir, era posible aumentarse los pechos, aplanar el vientre y modelar la forma de los glúteos. Pero en noviembre de aquel año, cuando aparentemente todo iba bien, algo malo sucedió.

En plena operación murió Antonia, una brasileña que vivía junto a su esposo, Francisco y sus dos hijos en Guajará- Mirim. Ella cruzó el río Mamoré y en Guayaramerín (Beni) se sometió a una cirugía estética, pero el procedimiento falló y murió por una embolia pulmonar.

Billetes. El real manda en la frontera. Vale más que el peso boliviano y esa moneda circula libremente en el comercio

El caso no quedó oculto en el pueblo. Periodistas de una cadena de televisión brasileña llegaron para investigar el hecho y desde aquella ‘bulla mediática’ quedaron suspendidas las cirugías estéticas en esa esquina de la patria.

A ocho meses de aquella lamentable muerte, las principales autoridades de salud de Guayaramerín rompen un silencio que revela sobre aquel auge de cirugías que terminó en una desgracia.

“Se tuvo problemas, aquí se hacían muchas operaciones plásticas a cargo de los médicos que venían de Santa Cruz. De todas las que se hicieron, en una paciente se presentó una complicación normal en el quirófano. Esa fue la gota que rebalsó el vaso. Tuve que justificar esa muerte”. El que habla es Luis Alberto Navarro, el director del hospital general, que también tiene otro dato para revelar: las cirugías estéticas se hacían en el quirófano del hospital general, pero no fue por falta de equipos.

Navarro dice que esas cosas ocurren incluso en Brasil, donde varias estrellas del espectáculo han muerto en cirugías por cuestiones que no eran culpa de los médicos.

Dice que tiene otro dato revelador, que los cirujanos no eran parte del  personal de planta del hospital, sino que pagaban el quirófano y las expensas. También venían desde Santa Cruz. Pero de nombres prefiere no hablar porque a raíz de lo sucedido desaparecieron las cirugías plásticas.

“Se hicieron más o menos unas 50 operaciones estéticas y fueron parte de las caravanas de salud que surgieron en Guayaramerín”, dice el director del hospital.

El alcalde de Guayaramerín, Alexander Guzmán, confirma que las cirugías estéticas están prohibidas en las salas del hospital público y pone énfasis en que aquel mal momento no perjudicó la imagen de los médicos porque ahora siguen llegando caravanas de brasileños para someterse a otras especialidades.

Luis Fernando Roca, odontólogo que tiene una clínica de estética dental, habla sobre aquella tragedia en la historia de la medicina de Guayaramerín.

“Tuvimos un pequeño altercado, no tengo conocimiento si fue mala práctica. Lo cierto es que se realizaban cirugías estéticas. Eran paquetes los que se hacían, los mismos que no comparto ni apruebo. Se realizaban operaciones de glúteos y de pechos al mismo tiempo, y con el cuerpo humano no podemos jugar así. A raíz de la muerte de la ciudadana brasileña se suspendió todo”, dice desde su consultorio y sostiene que en su momento eso generó desconfianza en otras ramas de la medicina, pero que la calidad de los médicos de Guayaramerín consiguió recuperar el interés de los pacientes.

En el lugar

 

- Ante el masivo interés por las atenciones en salud de los brasileños, varios odontólogos denunciaron que hay personas que se hacen pasar por profesionales. Se quejan que ofrecen servicios que atentan contra la integridad de los pacientes porque prometen tratamientos que se hacen en una sola jornada cuando en verdad se necesitan varios días.

- Se desconoce el número de guías que manejan las caravanas de pacientes que ingresan a Bolivia desde poblaciones brasileñas, pero lo que se sabe es que existen por lo menos 18 odontólogos que tienen su agenda llena en Guayaramerín y que muchos trabajan con los señalados guías, a quienes les dan un porcentaje de sus ganancias como agradecimiento.

- Si bien existe poca demanda de personas bolivianas en las consultas a los oculistas de Cuba, estos a veces tienen que  buscar sus espacios solos porque los brasileños ya consiguieron fichas gracias a que sus guías se encargaron de conseguirlas desde tempranas horas del día. Pero no existen denuncias de que serían víctimas de perjuicios.

Mucho ojo
- Un reportaje de la Red Globo de Brasil puso al descubierto el entramado que se tejió alrededor de cirugías plásticas en Bolivia, especialmente en Santa Cruz y en la población de Guayaramerín que se encuentra en el departamento de Beni.
- Los encargados de salud pública en Brasil que fueron consultados por los investigadores del programa televisivo Fantástico, de la red Globo, cuestionaron la forma en que los presuntos médicos actuaban y hacían sus ofertas vía Internet y aseguraban las citas para las cirugías por teléfono. Los médicos extranjeros señalaron que la práctica que se ofrecía no era médica, sino comercial.
- Cuando salió a la luz esa denuncia, el director del Servicio Departamental de Salud (Sedes) de Santa Cruz, Joaquín Monasterio, dijo a EL DEBER que la población debe tener cuidado al momento de decidir dónde se realizará una operación estética.
- La investigación periodística de la red televisiva de Brasil también reveló que supuestamente en Santa Cruz se comercializan siliconas que son sacadas de personas que mueren o de aquellas cuyo organismo rechaza el implante colocado.

Fuente: http://www.eldeber.com.bo/oferta-de-cirugias-atrae-a-brasilenos-en-frontera/120722214358

  1. Viernes, 26 de Octubre de 2012 a las 09:26 | #1

    Es una buena entrada economica para sta poblacion , pero deberian hacer mui bien su trabajo, para mantener ste hauje comercial.

  2. Jueves, 23 de Agosto de 2012 a las 11:21 | #2

    It’s hard to come by experienced people about this subject, however, you sound like you know what you’re talking about!
    Thanks

  3. franklin valdivia leigue
    Miércoles, 1 de Agosto de 2012 a las 14:12 | #3

    Con la carretera asfaltada, tambien pueden venir a Riberalta.

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