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Niñez boliviana padece pobreza, violencia, explotación, abandono, exclusión e indocumentación – BOLPRESS – 5.6.2011

Domingo, 5 de Junio de 2011

313 mil niños se dedican al cultivo de la castaña en Riberalta, y a trabajos en  la zabra y minas de Potosí.

Este 4 de junio se conmemora el Día Internacional de los Niños Víctimas Inocentes de la Agresión, establecido por la Asamblea General de Naciones Unidas (ONU) desde 1982 (Resolución ES-7 / 8) con el objetivo de que las y los adultos reconozcan las atrocidades cometidas contra la niñez y tomen conciencia sobre el abuso infantil. A 29 años de este hecho, encontramos que la pobreza, violencia, explotación, abandono, exclusión e indocumentación son los problemas de los que son víctimas las niñas y niños bolivianos.

Patricia Doris Nolasco Guillén

La palabra inocente viene del latín in-nocens, que significa “el que no hace daño”, y podemos deducir, que las niñas y niñas ni se enteran del daño que se les hace directa e indirectamente a pesar de tener derechos reconocidos en la legislación nacional y varios instrumentos internacionales.

La agresión es un acto o ataque violento que tiene la firme intención de causar daño a quien va dirigido y de alguna manera es un acto que va contra el derecho de la persona agredida.

Así lo afirma Maribel Tapía “la agresión puede ser física o psicológica y se caracteriza porque tiene la intención de generar daño, provocar un daño real y se da también una alteración del estado emocional en la persona que promueve la agresión. En el ámbito de las relaciones humanas, la agresión está considerada como una falta de respeto, una ofensa y hasta una provocación, que tiene causa en factores internos o externos”.

La violencia hacia la niñez por parte de las y los adultos está ligada al pensamiento que prevalece en las personas adultas sobre la niñez y la práctica del ejercicio de poder. Y estas agresiones se caracterizan por la impunidad, invisibilización al producirse dentro del ámbito familiar, que es privado.

Para Ricardo Alcón, Coordinador de la ONG Defensa de Niñas, Niños Internacional – La Paz (DNI-La Paz) los adultos maltratan porque “tiene que ver más con un proceso cultural, los adultos replican el maltrato que ellos han sufrido cuando eran niños, ellos creen que al haber sido maltratados, van a poder educar de igual manera a sus hijos, por ejemplo, ese dicho que utilizan los adultos y lo escucharon de sus profesores ‘la letra entra con sangre’, y así se da el proceso de educación en la familia”.

“Está también el tema del adultocentrismo, en que una persona que tiene mayor edad, tiene la fuerza y la autoridad y lo que hacen los adultos es aplicar eso, ‘yo soy adulto’, ‘yo soy una persona mayor’, ‘yo tengo autoridad sobre ti’, ‘yo te puedo maltratar y hacer lo que yo quiera contigo’. Implica también el tema de la cosificación, los adultos interpretan a los niños como si fueran cosas y propiedad de ellos”. Agregó Alcón.

 

[1] Boletín Nacional de la Defensoría del Pueblo, No 7, mayo 2011, La Paz, Bolivia.

[2] Informe del Defensor del Pueblo, presentado el 11 de abril del 2011

La situación en Bolivia

La situación de 4.844.572 de niñas y niños en nuestro país, que representan el 46 por ciento de la población total, es preocupante por las condiciones de pobreza que viven en sus hogares, especialmente en el área rural, que tienen como efecto la mortalidad infantil, desnutrición, abandono escolar la inserción prematura al trabajo y el embarazo de adolescentes. Además de la peligrosidad  que hay en las calles y el abandono de su padres a causa de la migración.

El informe presentado  por el Defensor del Pueblo, Rolando Villena,  en  abril del 2011  da las siguientes cifras:

  • 2 millones  de niños, niñas y adolescentes  se encuentran en situación de pobreza.
  • De cada 100 niños que ingresan a la escuela, 30 no terminan la primara.
  • 7 de cada 10 niños reciben maltrato en sus hogares, colegios y lugares de trabajo.
  • 6 mil niños, niñas y adolescentes están viviendo en las calles.
  • 1.487 niñas, niños y adolescentes  viven en las cárceles bolivianas con sus padres (los padres cumplen sentencias penales).
  • 130 niñas y niños  viven con VHI/SIDA en el país.
  • 2.603 niños y niñas y adolescentes son damnificados del megadeslizamiento en la ciudad de La Paz.[1]
  • 366 mil niñas y niños abandonados viven o trabajan en la calle.
  • 313 mil niños se dedican al cultivo de la castaña en Riberalta, y a trabajos en  la zabra y minas de Potosí.
  • De 16 mil niñas y niños  que viven en hogares, sólo el 80 por ciento tienen familia.
  • 1 millón de niñas, niños y adolescentes fueron víctimas de castigo alguna vez (físico y psicológico)
  • 5 de cada 10 estudiantes son víctimas de actos de acoso escolar.[2]

 

Otros indicadores

“Mamá, tía, madre sustituta y educadora son los denominativos de alrededor de 1.600 mujeres que cumplen el rol de madres para más de 32 mil niños huérfanos o en situación de riesgo en Cochabamba.[3]

“La exclusión, la discriminación y explotación se observa en el medio millón de menores que no cuentan con registro de identidad, en los 210 mil huérfanos y en los 366 mil niños, niñas y adolescentes abandonados”[4]

“La pobreza afecta más a las niñas y adolescentes mujeres que viven en zonas rurales y son de origen indígena. Ser niña, pobre, indígena y vivir en el área rural, probablemente es la figura más emblemática de las mayores exclusiones sociales en Bolivia”[5]

“El 50% de las muertes de menores de cinco años se produce como consecuencia de un estado nutricional deficiente”[6].

“Seis de cada diez niños del campo (60%) en Bolivia no tienen acceso a agua potable, mientras que en el área urbana la cifra se reduce al 5%”.[7]

Según el informe ‘Niveles y Tendencias de la Mortalidad Infantil en 2010’ del Grupo Interinstitucional de la Organización de Naciones Unidas para la Estimación de la Mortalidad Infantil reveló que Bolivia en el 2009,  por cada 1.000 menores de cinco años, 51fallecen.  Entre las razones de la mortalidad infantil, el 41% muere tras nacer por razones como asfixia o neumonía. Otro 14% fallece por graves casos de diarrea y pérdida de líquidos. El 14% padece neumonía. Un 8% muere por la Malaria. El 3% deja de vivir por otras enfermedades. El 2% muere por el VIH. El 1% desaparece por sarampión y un 16% fallece por otras causas.[8]

Violencia sexual,  trata y tráfico de personas

La violencia y sexual, la trata y tráfico de personas  son delitos y expresiones de violencia extrema hacia la niñez, a la fecha no hay datos exactos de cuántas niñas y niños viven este tipo de agresiones.

Según,  la Dra. María Soledad Álvarez, responsable del Eje  de Violencia de la Coordinadora de la Mujer “La violencia sexual es un delito a través del cual se daña no solo la integridad física sino también la salud psicológica y emocional  por la agresión que viene cargada, por el insulto, por la forma en que se ven atropelladas en su intimidad, en su cuerpo y que  muchas veces es ocasionado con lesiones graves, obligándolas a tener relaciones sexuales en contra de su voluntad”.

El índice de trata y tráfico de personas en Bolivia se incrementó en un 92,2 por ciento en los últimos 10 años. El 70 % de las víctimas son niños, niñas, adolescentes y mujeres jóvenes de 12 a 22 años de edad, informó la diputada Marianela Paco.[9]

Ante este panorama la interrogante a plantearnos es para el Estado y todas las y los adultos ¿qué futuro nos espera?

También, es muy cómodo culpar al sistema, a la sociedad, lo irónico es que la sociedad la componemos todas y todos y por ende somos responsables  de lo que ocurre en la cada casa, barrio, colegio o calle.

Sin lugar a dudas, existen avances que han sido planteados en el Plan Nacional de Derechos Humanos, y en los próximos meses se aprobarán leyes a favor de la niñez, pero los derechos humanos no se conquistan sólo con convenios y leyes sino en la casa, en el colegio, en las calles en el barrio, en la iglesia, clubs, instituciones públicas y privadas.


[1] Boletín Nacional de la Defensoría del Pueblo, No 7, mayo 2011, La Paz, Bolivia.

[2] Informe del Defensor del Pueblo, presentado el 11 de abril del 2011

[3] Opinión, 24 de mayo del 2011

[4] Página Siete /La Paz – 11/04/2011. Informe de situación elaborado por el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef)  publicado el año 2010.

[5] Ibidem

[6] Ibidem

[7] Ibidem

[8] Fides virtual, enero del 2011

[9] Periódico virtual ERBOL, La Paz, 9 de mayo.

Fuente: http://www.bolpress.com/art.php?Cod=2011060404

  1. Jorge Cerball
    Domingo, 5 de Junio de 2011 a las 15:15 | #1

    Con tantos adultos cesantes en Bolivia, encontrar un trabajo duradero y con salario suficiente para alimentarse, pagar techo, hacerse curar, debe ser angustia de cada día y para muchos debe ser pescar en lago de pocos peces. En este contexto, quién tiene interés en que al gran número de adultos obligados a aceptar cualquier miserable sueldo, se agregue el de los niños, prestos a sudar por un chupete? Sólo que un adulto verá quizás los riesgos; un niño quizás también, pero pensará que sea cuestión de suerte, o acaso -se dirá para amordarzar su temor- no son los adultos los responsables, los supuestamente precavidos?… Pero lo más trágico de la situación no es la amenaza a su seguridad ni si un salario mejor sea objetivo suficiente, sino el gran perjuicio que a la larga causa el trabajo de la juventud a su educación, sin la cual se condena al estancamiento. El trabajo de los niños es la mejor manera de perpetuar el embrutecimiento, la miseria, la frustración. Pobres perspectivas para un país, ya uno de los más atrasados del continente. (Anotado ya el 28 de abril en esta página)

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