La Agencia para el Desarrollo de Macrorregiones y Zonas Fronterizas (Ademaf) recurrirá a un plan de migración interna para sentar soberanía en las fronteras, anunció ayer su responsable y ex ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana.

“Tenemos que llevar población a determinadas regiones para fortalecer la presencia del Estado”, declaró al dominical programa estatal El pueblo es noticia, difundido por radio Patria Nueva. Dijo que los asentamientos humanos forman parte de un programa integral que además incluye el desarrollo económico y social.

Quintana justificó la medida por la escasa presencia de ciudadanos en las fronteras, sobre todo en la región amazónica. “En las regiones de la Amazonia la densidad poblacional alcanza a dos habitantes por kilómetro cuadrado (…) por ejemplo el departamento de Pando tiene 70 mil habitantes y 65 mil kilómetros cuadrados”.

La autoridad explicó que en primera instancia se recurrirá al traslado de ciudadanos del propio departamento comprometido con la ubicación fronteriza y posteriormente a hombres y mujeres de otras regiones del país.

El 2009, cuando ocupaba el cargo de ministro de la Presidencia, Quintana supervisó el traslado de al menos 700 campesinos de Cochabamba al departamentos de Pando, donde se asentaron en el campamento que bautizaron con el nombre de Bernardino Racua, ubicado en el municipio de Santa Rosa del Abuná, a 190 kilómetros de la capital de Pando.

Entonces la oposición denunció que el objetivo era electoral y los propios migrantes se quejaron por las malas condiciones de vida.

Quintana señaló ayer que en las próximas semanas “vamos a ver a través del Ministerio de De-sarrollo Rural cuánto hemos avanzado en los asentamientos por los cuales nos han criticado de una manera brutal. Esos compañeros están produciendo piña, sandía, arroz, yuca, plátano; tienen granjas. ¿Y en cuánto tiempo?, en menos de un año”, puntualizó.

Asimismo,  sostuvo que la tarea principal de esa institución, que administrará alrededor de Bs  10 millones en una primera fase, es generar proyectos de desarrollo productivo y “fortalecer la musculatura financiera” de  aquellos municipios históricamente olvidados por el Estado a través de inversión pública, crédito a las comunidades y microcréditos a la gente que quiera tener actividad microempresarial. Seríamos irresponsables si no apoyamos a la gente de estas regiones”, expresó la autoridad. Indicó además que en los últimos cuatro años el Gobierno aprendió el valor del territorio.

“¿Hasta el 2005 quién controlaba el territorio? Las propias Fuerzas Armadas estaban urbanizadas, atendiendo conflictos sociales para contener a los movimientos sociales y se habían olvidado del control territorial”, dijo.

Quintana y su visión autonómica

“El proceso autonómico es un proceso virtuoso que ha permitido  construir una convergencia de esfuerzos estatales; el municipio es Estado, la gobernación es Estado, el gobierno es Estado, los tiempos del proceso autonómico no son los tiempos de la gestión y de la inversión  pública. La autonomía va a tener su tiempo para construirse ¿Cuánto tiempo nos va a tomar construir nuestras autonomía? ese es el tiempo normativo de la autonomía, pero la gente no puede esperar el tiempo político jurídico o normativo de la autonomía; la gente espera empleo, educación, salud”.

Lucha contra venta de drogas y contrabando

La Agencia para el Desarrollo de Macrorregiones y Zonas Fronterizas (Ademaf), según su director ejecutivo, Juan Ramón Quintana, establecerá una lucha frontal contra el narcotráfico y el contrabando en el país, a través de niveles de coordinación con las Fuerzas Armadas, la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (FELCN) y la Policía boliviana.

De acuerdo con la autoridad, no existe un control fronterizo efectivo, sobre todo entre Bolivia-Brasil, por donde se estaría comercializando droga y otros productos como combustible boliviano hacia Brasil, Argentina, Paraguay y Perú.

“En el último año, la FELCN ha intervenido 14 fábricas sofisticadísimas en esta región (Santa Cruz)”, recordó.
Advirtió que el problema de la inseguridad en la región del oriente se da por la falta del control territorial del Estado.

“En la medida en que en esta región (Santa Cruz) había un conflicto social, un conflicto político, este conflicto de alguna manera fue una cortina de humo para la intensificación de las actividades del narcotráfico en Bolivia, de la Chiquitania”, dijo.

Asimismo, Quintana aseveró que en la región del oriente también se ejerce un comercio ilegal. “Esto disminuye las posibilidades de actividades comerciales a favor de nuestra gente”.