El fenómeno meteorológico de El Niño, que comenzó en el Pacífico entre junio y julio, y que ya está haciendo su ingreso en el país, según las predicciones de la Organización Mundial de la Meteorología (OMM), puede durar hasta el primer trimestre de 2010.
El fenómeno de El Niño se caracteriza por un calentamiento de la temperatura de la superficie del océano Pacífico ecuatorial en las zonas central y oriental.
La región del Chaco boliviano, que abarca los departamentos de Chuquisaca, Tarija y Santa Cruz, está siendo azotada por una aguda sequía que comienza a afectar las actividades agrícola y pecuaria, pese a que la falta de lluvias está considerada como algo habitual en esa región, según advirtió ayer el alcalde de Monteagudo, Guido García.
Las lluvias en esa región han sido en septiembre menores de lo habitual, según reconocieron responsables del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología.
Por otro lado, violentos temporales se han abatido en los últimos tiempos en Riberalta, Puerto Suárez y otras poblaciones del país, que han causado zozobra entre sus habitantes.
En el altiplano, las heladas también se han presentado, produciendo daños en los cultivos. Hasta Riberalta llegó ayer el prefecto Ernesto Suárez para conocer los daños causados por la lluvia y vientos huracanados que provocaron graves daños y prometió ayuda inmediata.
Por otro lado, una granizada registrada el último fin de semana en el municipio de Villa Alcalá, distante unos 180 km de Sucre, en la provincia Tomina, dejó sin cosecha a más de cien familias.
Anoche, una lluvia cayó sobre Santa Cruz de la Sierra y sus alrededores, poniendo así fin a días de sofocante calor.
Pese a todo, El Niño sólo parece una versión leve del fenómeno que en el pasado trajo devastación en el mundo. /Agencias/David Bernal

Fuente: http://www.eldeber.com.bo/2009/2009-10-07/vernota.php?id=091007001803