Releyendo un viejo documento quizás incompleto y escrito en 1923 presumiblemente por don Medardo Chavez, cuya transcripcion fiel de esta obra que legó en vida don Humberto Castedo Leigue y que es una fuente de información valiosa sobre el acontecer de la época del Noroeste de Beni y del antiguo territorio de Colonias, de sus usos y costumbres, con citas de pasajes y datos históricos reales, y no la que nos enseñaron o divulgaron desde el gobierno altoperuano, marca un hito histórico y cultural del quehacer y de la percepción que se tenía como país, de aquellos hombres que desencantaron esos montes y rios y conquistaron inmensos bosques haciendo con su trabajo duro y tesonero, que Bolivia llegue al amazonas.

Esta tarea difícil de recopilar y de transcribir viejos manuscritos y papeles sueltos que reseñan la vida en ese región inhóspita y encuadernarlo como un libro ( rústico y sencillo) y ofrecida al público nacional gracias al trabajo de impresión de la Editorial Oriente el mes de Marzo de 1995 cuando se reinaguraba el “Hotel Esperanza” en la localidad de Cachuela Esperanza, asiento durante muchos años de la Casa Suarez, que bajo la gestión y acción de don Nicolas Suarez, la riqueza obtenida por la goma y la castaña, dio desarrollo y vida a esa región. Esta obra “El Dorado ” ve la luz con un tiraje de 500 ejemplares, gracias al patrocinio del Sr. Alois Schwarzmuller, propietario y restaurador del antiguo hotel Esperanza, de la ayuda que brindo y muy desinteresada el amigo y hombre de gran visión Dr. Willi Noack y de la Sra. Viviana Carranza Vásquez, transcriptora de la obra para su impresion a quienes doy mis felicitaciones y hago reconocimiento de su labor.

Iré poco a poco desglosando el contenido de este valioso manuscrito “El Dorado”, que escrito en un lenguaje y una vehemencia declaratoria entusiasmable, amoldado sin duda alguna al momento histórico en que el autor vivió, trasluce con mucha sinceridad tiempos difíciles los de aquella época.

Escribir sobre el Noroeste boliviano no era ni es tarea fácil. El tiempo que todo lo destruye, lo cambia y lo sepulta ha rasgado miles de páginas hacia el olvido de aquella época vivida cuando se pretendía crear un nuevo departamento, donde hombres comunes tenían en zozobra su aliento al saber que se constituirian en personajes importantes de una tierra nueva y que el país sin tener la percepción real de su importancia geográfica dejó en el olvido por la ignorancia de su valia a esa inmensa región y que bajo el rotulo de Territorio de Colonia enmarcaba un vasto territorio. Tuvo que haber una guerra para que se sacudan las puertas del gobierno distante y dé importancia a esa zona. De cualquier manera, la reseña también será breve pues hay detalles minuciosos que entorpecen la concepción real de la historia y nos hace perder en el detalle. ( Continuará).