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Discriminación “a la boliviana” – 1.4.2023

Sábado, 1 de Abril de 2023

Discriminación “a la boliviana” – LOS TIEMPOS ¡OH! – 7.11.2010

LEY  | La discriminación en Bolivia se ha “normalizado” tanto, que para muchos no se hace evidente. Sin embargo es uno de los delitos más frecuentes en el país.

La discriminación tiene una cola muy larga, y es una de las más frecuentes violaciones a los derechos humanos en todo el mundo, sin embargo ha sido en-cubierta por distintas manifestaciones que, a simple vista, parecen normales en la convivencia de las sociedades.

No es necesario hacer mucho análisis. La discriminación es un delito permitido y hasta fomentado por algunos cánones desde estéticos hasta psicológicos. Por ejemplo, aquellos avisos en los que se solicita trabajadoras “de buena presencia”, de preferencia solteras, o personas que no sean mayores de 35 años, discriminan frontalmente por apariencia y por edad.

O las planillas en las que los sueldos de las mujeres son significativamente menores a los de los varones, aunque realicen el mismo o mayor trabajo, o la situación de niños escolares a los que se les impide la entrada a los vehículos de transporte público porque pagan una tarifa más baja y ni qué decir los lugares que se reservan el derecho de admisión y que no admiten a personas de tales o cuales condiciones. Y por supuesto, la discriminación por alguna discapacidad, por estudios o por posición económica.

Los datos

Un estudio del Defensor del Pueblo publicado en 2007, hace una investigación profunda de las formas de discriminación que existen en el país. Desde ya siete de cada diez personas piensa que la sociedad boliviana es discriminadora, y dos de cada diez dicen haberse sentido discriminadas de alguna manera.

El informe señala que, aunque oficialmente existe un aparente bajo porcentaje de discriminación, en realidad lo que sucede es que la llamada “violencia simbólica”, está tan internalizada en el conjunto de la población  que muchos comportamientos discriminatorios son considerados “normales”, por lo que es posible que muchas personas se resistan a aceptar haber sido objetos de alguna forma de discriminación, tanto por la normalización de esos comportamientos, como por el hecho de ser a su vez también agentes discriminadores.

Es decir, la discriminación es, generalmente, un camino de dos vías.

De acuerdo a la investigación, la discriminación por “raza, etnia o color de piel” es considerada la peor forma de discriminación, seguida por la producida por “tener VIH/sida” y por la “situación económica”.

Como es de suponer, los más pobres son los que más claramente identifican al nivel económico como la más incisiva forma de discriminación. En tanto, las discriminaciones por género, por religión o creencia, por edad y por nivel educativo, son las formas menos mencionadas respecto a la discriminación, lo que demuestra que son violencias “normalizadas” por la sociedad.

En Bolivia, Trinidad es el departamento más discriminador, con un 85,5%, seguido por Sucre con 80%, El Alto con 79,6%, Potosí con 79,5%, Cobija con 78%, Tarija con 77%, Oruro con 76.5%. Santa Cruz, La Paz y Cochabamba están en los últimos lugares.

¿Qué es discriminación

Discriminación es el acto de separar o formar grupos de personas a partir de un criterio o criterios determinados. En su sentido más amplio, la discriminación es una manera de ordenar y clasificar. Puede referirse a cualquier ámbito, y puede utilizar cualquier criterio. En el caso de los seres humanos, por ejemplo, se puede discriminar entre otros criterios, por edad, color de piel, nivel de estudios, conocimientos, riqueza, color de ojos, etc.
No obstante, en su acepción más coloquial, discriminación se refiere al acto de hacer una distinción o segregación que atenta contra la igualdad de oportunidades. Normalmente se utiliza para referirse a la violación de la igualdad de derechos para los individuos por cuestión social, racial, religiosa, orientación sexual o por razón de género.
La discriminación ha sido una de las principales fuentes de desigualdad, debido a que, como ciertos grupos están marginados de las decisiones, se les priva de ciertos derechos fundamentales, tales como la salud, la seguridad social y la educación, entre otros muchos.
La Declaración Universal de Derechos Humanos, así como la Declaración Americana de Deberes y Derechos del Hombre y el artículo 1° de la Convención Internacional sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Racial, explican “la expresión “discriminación racial” como toda distinción, exclusión, restricción o preferencia basada en motivos de raza, color, linaje u origen nacional o étnico que tenga por objeto o por resultado anular o menoscabar el reconocimiento, goce o ejercicio, en condiciones de igualdad, de los derechos humanos y libertades fundamentales en las esferas política, económica, social, cultural o en cualquier otra esfera de la vida pública”.

Género en el tope

Los recursos mundiales están distribuidos de forma muy irregular, no sólo entre los distintos países, sino también entre los hombres y las mujeres de un mismo país. Aunque se calcula que realizan dos terceras partes del trabajo en el mundo, las mujeres sólo obtienen una tercera parte de los ingresos, y poseen menos del 1 por ciento de la propiedad mundial.

Sucede que la discriminación de género o sexismo es un fenómeno social muy extendido, puesto que son necesarias representaciones de ambos sexos para que pueda darse esta situación. Al contrario: la base de este fenómeno es la supuesta supremacía de uno de los géneros. Mientras que el término “sexo” hace referencia a las diferencias biológicas entre hombres y mujeres, “género” describe los roles, las funciones, los derechos y las responsabilidades establecidas por la sociedad y que las comunidades y sociedades consideran apropiados tanto para los hombres como para las mujeres. Esta serie de supuestos, construidos a partir de las diferencias biológicas entre hombres y mujeres, crean las identidades de género y contribuyen, a su vez, a la discriminación de género.

En el papel, el Estado interviene a favor de las mujeres como personas abstractas con derechos abstractos, sin examinar estas nociones en términos de género. Adicionalmente, como es el hombre hegemónico quien determina el derecho, esta disciplina social ve y trata a las mujeres de la manera como los hombres las ven y las tratan. Así pues, el estado liberal constituye, de manera coercitiva y autoritaria, el orden social según los intereses de los hombres como género, a través de la legitimación de sus normas, la relación con la sociedad y políticas.*

En el caso boliviano precisamente, las mujeres tienen menos participación en la política, lo que les da una desventaja al momento de establecer leyes.

El caso  “bolita”

Por diferentes razones, algunos extranjeros son discriminados en los países donde viven. Sin duda esta situación se vive latentemente en Argentina, donde los bolivianos son continuamente discriminados. Tanta es la situación que no hace mucho, la embajadora de Bolivia en ese país, Leonor Arauco, tuvo que tomar cartas en el asunto exigiendo que la federación de fútbol de Argentina, sancione a los clubes que entonen cantos xenófobos y discriminatorios contra los bolivianos, algo que se ha hecho común en el fútbol argentino.

La Embajadora exigió que se apliquen sanciones enérgicas a quienes consideran el ser boliviano como un insulto: “Acudo a usted (Julio Grondona) ante un nuevo hecho de xenofobia y discriminación contra los bolivianos, suscitado en el partido entre Independiente y Boca.

Los hinchas locales llamaron ‘bolivianos’ a sus contrincantes, como una forma de insulto”, repudió Arauco, quien recordó que los mismos simpatizantes habían desplegado banderas de su país en otro encuentro, disputado en marzo de 2009, a modo de burla. Arauco señaló que las sanciones deberían surgir desde el Observatorio de la Discriminación en el fútbol. Las quejas de la Embajada de Bolivia se basan en la ley argentina 23.592, que sanciona con penas de hasta tres años de prisión a quien participe de algún tipo de propaganda de superioridad racial, que tenga por objeto la justificación o promoción de la discriminación.

* Tesis de grado de Shirley Caballero Sahonero.

http://www.eldeber.com.bo/2010/2010-11-07/impresa.php

Fuente http://www.eforobolivia.org/blog.php/?p=7435

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