Una multitudinaria marcha de los sectores laborales   fue el corolario del  paro  decretado por la Central  Obrera Boliviana. La tarde de  ayer miércoles  las    calles céntricas de  Riberalta fueron copadas  por los  trabajadores que protestaron  en contra  de la  política salarial del gobierno, además  de  ratificar   su apoyo  a los  médicos y trabajadores  en salud   a objeto que se respeten sus conquistas laborales.

La  paralización de  actividades  fue  parcial  y afectó  al  sector del magisterio urbano, algunas beneficiadoras de castaña y  cooperativas de servicios, manteniéndose   la normalidad  en las  oficinas municipales,  casa judicial, subgobernación, banca, comercio y transporte  en general. El magisterio rural  acudió  a las  aulas pero realizó un paro de brazos caídos.

Al finalizar  la tarde y luego de  la   marcha de protesta se efectuó  un  mitin donde  se escucharon furibundos discursos   en contra  del   gobierno,  anunciándose más medidas de presión  si no mejoran las condiciones salariales  para los  trabajadores.

Entretanto,  el  paro  médicos   y de los trabajadores  en  salud  se mantiene  con carácter indefinido. Algunos sectores sociales  amenazaron con iniciar  desde   hoy  el denominado  control social  en las postas y hospitales para  garantizar que  se  brinden los servicios oportunos a la población.